Un entorno de trabajo que no esté limpio y muestre desorden, suciedad y falta de higiene afecta a nuestra imagen y tiene repercusiones en el resultado de nuestras acciones, tanto internas como externas, de nuestra empresa y nuestra como profesionales. Un entorno descuidado y sin mantenimiento, por ejemplo, puede hacer que en una entrevista de trabajo, el candidato ideal que estábamos buscando se desmotive por adelantado y decline trabajar con nosotros.
Lo mismo pasa en entornos de locales comerciales a pie de calle o lugares de restauración. El orden, amplitud y limpieza de pasillos, expositores y productos ayudan al hecho que el cliente valore mejor esta marca, se sienta más cómodo y esto favorece que esté más tiempo mirando productos, lo cual facilitará que encuentre algún producto que le guste y lo compre.
El puesto de trabajo es el lugar donde más rato pasamos cada día, por lo cual es uno de los más propensos al hecho que reine el desorden y la suciedad. Elementos que movemos de un lugar a otro y que tocamos con las manos todo el tiempo.
Mantener el puesto de trabajo en perfectas condiciones de orden y limpieza es clave para una vida sana, tanto a nivel físico como mental. Realizar una limpieza de mantenimiento en el entorno laboral favorece la productividad, minimizando la cantidad de accidentes, proporcionando un mayor confort al trabajador y mejorar la imagen de la empresa de cara al cliente. Pero además, tener espacios ordenados y limpios ayuda a prevenir incendios, evitar caídas o resbalones, reducir el tiempo de trabajo, generar mayor confianza en los clientes, etc.
Pero mantener limpia la oficina no significa solo que esté libre de polvo, sino también contar con las herramientas necesarias para eso y que siempre estén en buenas condiciones, como bolsas de basura, trapos y productos limpiadores.
Por eso, contratar una empresa de limpieza que se encargue de hacer estas tareas supone un gran apoyo para el trabajador. Evitándole tener que realizar todas estas labores cada día cuando acaba su jornada laboral.
