En esta época del año la mayoría de las plantas lo pasan mal, aunque continúan mostrando gran parte de su belleza natural. Cuidar un jardín en verano consigue mantener a las delicadas flores en su mejor momento. Además, disfrutaremos de momentos agradables en un ambiente fabuloso, ideal para pasar una tarde veraniega con amigos. Las altas temperaturas y la humedad de varias zonas del país causan estragos en las plantas, que pueden perder buena parte de sus fuentes de nutrientes. Al fin y al cabo, la escasez de agua llevará a algunas al hecho que se marchiten sin remedio. Incluso el césped podría empezar a perder su tono verde tan potente. Por eso, si no cuidáramos del jardín, este no tardaría a marchitarse ante el calor, algo que tenemos que evitar cueste el que cueste para continuar disfrutando de él la resta del año.